Hoy en día, la sociedad ha evolucionado hacia una forma más saludable de vivir. Somos más conscientes de la importancia de llevar una vida sana: hacemos ejercicio, comemos de forma equilibrada, bebemos agua de forma regular, evitamos excesos y malos vicios como el tabaco, pero hay un hábito que en ocasiones descuidamos: el descanso. Por diversas razones, nos despreocupamos del tiempo que invertimos en nuestro descanso y de la calidad del mismo.

Alrededor de un 20 por ciento de la población española padece algún tipo de trastorno del sueño. Sus orígenes son diversos, pero pueden llegar a tener consecuencias importantes sobre las capacidades cognitivas, sobre el sistema metabólico o sobre el riesgo cardiovascular.

Reposar el cuerpo y dormir el tiempo suficiente resulta reparador para regenerar nuestras células y recargar toda la energía que hemos empleado a lo largo del día. Un buen descanso mejora nuestra capacidad de atención y de memoria. De hecho, el ser humano pasa una tercera parte del día durmiendo. El tiempo diario recomendado por expertos para que nuestro descanso sea completo suele ser de 8 horas. Sin embargo, si la calidad de nuestro reposo es buena y de calidad, este tiempo puede verse reducido a las 6 horas, que es el periodo mínimo que nuestro cuerpo necesita para conseguir un descanso reparador.

 

Dormir mal estimula el apetito

Como expertos en descanso, en WLN Barcelona podemos recomendar la mejor manera en la que nuestro cuerpo repose saludablemente. Gracias a dormir de una forma correcta, los beneficios para nuestra salud son muchos, entre otros, regulamos nuestro organismo, nuestro cerebro, nuestros órganos, evitamos trastornos en el metabolismo, conseguimos que la presión sanguínea baje y que el colesterol en sangre disminuya. Además, nuestro aspecto físico mejora, reflejándose sobre todo en el rostro y la mirada.
Por el contrario, dormir poco o mal estimula el apetito y las ganas de comer, ya que las hormonas que regulan esta función se alteran.
Y sobre todo, un descanso incorrecto generará más cansancio y estrés en nuestro día a día, pudiendo llegar incluso a provocarnos insomnio. Por tanto, una vez que tengamos en nuestro hogar una buena superficie para dormir, debemos preparar nuestro cuerpo y mente de tal forma que seamos capaces de alcanzar el sueño de forma natural.

 

 

Noctámbulos y deterioro cognitivo

Los noctámbulos deberían saber que el déficit de horas de sueño que han estado acumulando durante años conlleva consecuencias reales y peligrosas para el cerebro. En ningún momento son conscientes de las alteraciones que se producen en su capacidad de atención y rendimiento cognitivo. Y no solo es una cuestión de sentirse somnoliento durante el día, sino que, según recientes investigaciones, dormir menos de siete u ocho horas cada noche se ha relacionado directamente con la pérdida de memoria.

5 trucos para conciliar el sueño

Nuestra experiencia como profesionales del reposo saludable nos permite ofrecer unas breves recomendaciones para quienes tienen dificultades a la hora de dormir o incluso padezcan de insomnio, y también para quienes desean descansar de la forma más equilibrada:

1.- Al menos diez minutos antes de ir a dormir, intentaremos despejar la mente y evitaremos atender el teléfono, ver televisión e incluso a la lectura.
2.- Jamás debemos pensar en dormirnos rápidamente, eso no existe, aunque un cuerpo cansado es más proclive a conciliar el sueño.
3.- Nuestra habitación deberá estar totalmente a oscuras y en silencio para ayudarnos a relajarnos.
4.- Nos tumbaremos y respiraremos por la nariz, llevando el aire a nuestro estomago y no a los pulmones. No debe ser una respiración larga, ni intensa, ni forzada sino relajante.
5.- Intentaremos ser conscientes del peso de nuestro cuerpo contra el colchón, haremos un recorrido mentalmente de todo nuestro cuerpo, empezando por la punta de los dedos de los pies hasta la cabeza, pasando lentamente por las piernas, caderas, zona lumbar, espalda, cuello, hombros, brazos, manos y dedos. Por último, todas las partes de nuestra cabeza, boca, naríz, orejas, nuca, coronilla, ojos… y en diez o quince minutos estaremos dormidos.

En resumen, si conseguimos tener un sueño reparador y descansar de forma correcta y el tiempo suficiente, al despertar nos sentiremos de buen humor e irradiaremos bienestar y, lo que es más importante, nos sentiremos más activos, atentos, con la mente despejada y seremos más productivos.

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